domingo, 14 de septiembre de 2008

HISTORIA DE BOGOTA

HISTORIA DE BOGOTA.

Desde el 10500 a. C., grupos humanos habitaban la zona con actividades de caza y recolección. Desde el 3500 a. C., ya se registran actividades hortícolas, de alfarería y la domesticación del curí por grupos que aun dependían de la caza y recolección. En el 500 a. C., ya estaba muy difundido el cultivo del maíz y la papa. Hacia el año 800 de la era actual, los muiscas (pueblo indígena más importante de la familia Chibcha) habitaban la zona, como resultado de una migración de origen chibcha, procedente de otro territorio (probablemente venidos desde Centroamérica), que se había mezclado con la población anterior.

Para el año 1200 la Confederación Muisca ya estaba establecida en su totalidad (se calcula que su población era cercana al millón de habitantes, pero para el momento de la conquista había descendido a unos 650 000). El primer Zipa y príncipe de Bacatá del que se tiene conocimiento fue Meicuchuca en 1450, al que Saguanmachica vino a suceder veinte años más tarde.
"fundación de facto" de la ciudad de Santafé fue celebrada el 6 de agosto de 1538 por el conquistador español Gonzalo Jiménez de Quesada, con la construcción de doce chozas en honor a los apóstoles y una iglesia en el sitio llamado Thybzaca, (en español Teusaca, de ahí el origen del nombre del barrio Teusaquillo), donde estaba la casa de verano del Zipa. Algunos historiadores ubican el lugar de la iglesia en la actual plazoleta del Chorro de Quevedo, otros en donde estaba la capilla del Humilladero, borde nororiental de la actual Plaza Santander, y la versiones más acertadas, en el lugar donde ahora esta el altar mayor de la Catedral Primada de Bogotá.
Luego de haber derrotado a los muiscas y conquistado el Valle de los Alcázares, hoy Sabana de Bogotá, entre 1536, año en que Jiménez llegó a la Sabana, (después de arribar con más de 500 hombres en su expedición desde Santa Marta y terminar con tan solo 70), y 1538, Jiménez también realizó la "fundación jurídica" de Santafé el 22 de abril de 1539, junto con Nicolás de Federmann y Sebastián de Belalcázar.[6] Inicialmente llamada Nuestra Señora de la Esperanza, en la fundación jurídica cambió su nombre a Santafé.
Desde que Jiménez denominó, en 1538, a todos los territorios que rodeaban Santafé como el Nuevo Reino de Granada, Santafé fue durante todo el periodo colonial la sede del gobierno de la Audiencia del Nuevo Reino de Granada (creada en 1550) y capital de éste, dependiente del Virreinato del Perú. Luego fue capital del Virreinato de Nueva Granada —tras la creación del mismo en 1717—, acogiendo a los virreyes. Junto con el puerto de Cartagena de Indias, fueron las ciudades más importantes en el territorio que hoy constituye la nación colombiana. Cronistas de la época reportan un misterioso ruido que provocó pánico en los habitantes de Santa Fe la noche del 9 de marzo de 1687, fenómeno que se denominó Tiempo del Ruido.
La real cédula del emperador Carlos I elevó a Santafé, en 1540, a la categoría de ciudad. El Cabildo de Santafé ya había sido establecido en 1539, y en 1548 el emperador le otorgó el título de muy noble, muy leal y ciudad más antigua del Nuevo Reino, y por blasón de armas un escudo en que está una águila negra en campo de oro, con una granada abierta en cada garra, orlado de algunos ramos de oro en campo azul.

Alexander Von Humboldt visitó Bogotá entre 1800 y 1804, denominándola la Atenas de América en honor a sus instituciones culturales y científicas, entre las que se contaba el primer observatorio astronómico de América del Sur, fundado por José Celestino Mutis.
En la ciudad habitaban algunos de los criollos más influyentes del Virreinato (próceres de la talla de Policarpa Salavarrieta y Antonio Nariño), por lo que en gran medida fue allí donde se gestó el movimiento independentista que llevó a los hechos del 20 de julio de 1810 y que desembocaron en la primera independencia de Colombia, siendo Santafé el primer territorio en independizarse.
Estos hechos se conocen como el evento de El Florero de Llorente, cuando los hermanos Francisco y Antonio Morales entraron a pedir prestado, para adornar una cena con un funcionario real llegado de España, un florero al comerciante español José González Llorente, que tenía un almacén en la esquina nororiental de la hoy llamada Plaza de Bolívar, siendo rechazados de mala forma por éste, lo que fue tomado como una excusa para provocar una reyerta que terminó en disturbios entre la población. Este hecho marca el inicio de las luchas y el Grito de Independencia. Si bien el territorio fue reconquistado por los españoles en 1816, finalmente en 1819 se obtuvo la independencia definitiva.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya que por mi trabajo cuento con pasajes a Bogotá, me interesó saber un poco de la historia del lugar al que estaré viajando... la verdad que desconocía mucha de esta info, me ha sorprendido gratamente